Un indicador es una cualidad, dato o información de mucha relevancia que servirá para realizar la medición de un hecho, como por ejemplo un indicador económico, educativo o, como en nuestro punto a tratar, los indicadores de gestión de inventarios. En todo caso, la medición tiene objetivos muy concretos, como visualizar en detalle cómo es el comportamiento del hecho que estamos midiendo, cuál será su evolución o cómo reparar fallos, entre otros. A través de los resultados o características encontradas en el indicador se pueden aplicar correctivos, de ser necesario. 

Cómo es lógico, si buscamos elegir qué indicadores tomar en cuenta en nuestra gestión de inventarios, debemos conocer cada etapa del proceso de inventarios, tanto las tareas o actividades internas como las externas. Aún así, existen indicadores de inventarios aplicables a la mayoría de los negocios que podrás incluir como indicadores principales en tu gestión. A continuación, los indicadores principales en calidad (KPIs) para la gestión de inventarios.

Principales indicadores de gestión de inventarios

 

1. Ratio de existencias

Un dato relevante en la medición de gestión de inventarios es determinar el ratio de existencias de mercancías con relación al tamaño de la empresa. Para tomar decisiones importantes, en ocasiones hay que partir de esta información para identificar el nivel de mercancías con que cuenta la empresa para las ventas futuras, si es suficiente y si llega a ajustarse a la demanda de productos. 

Conocer las particularidades de este indicador también permitirá realizar compras más eficientes a proveedores, incluyendo aquellos productos insuficientes de acuerdo a su porcentaje de ventas y, en general, realizar pedidos más favorables.

 

2. Rotación de inventario

Las ventas también desencadenan la rotación determinada del inventario, en este caso, se trata de mercancía que sale y vuelve a entrar al almacén como dinámica cíclica y necesaria. Por supuesto, para quien gestiona el inventario es crucial conocer este nivel de rotación en un periodo de tiempo, por ejemplo, en 6 meses o en 12 meses, de forma que le permita determinar la frecuencia en que se renueva el stock. 

Para calcularlo, hay que tomar en cuenta el periodo de medición, además de las unidades vendidas de almacén y dividir entre las unidades disponibles. Así, si hemos vendido 1200 unidades y hay 600 productos almacenados, se obtiene como resultado un nivel de rotación de 2 veces. Si la cantidad de productos vendidos es menor a la cantidad de productos almacenados, esto se traduce en mayor tiempo de almacenaje que para la empresa representa más costes. Por lo tanto, es deseable un nivel de rotación de inventario mayor.

3. Precio de inventario

Cabe destacar que otro factor determinante en la gestión de inventarios es el cálculo del nivel de precios de inventarios, es decir, realizar la sumatoria de precios para hallar el valor total de la mercancía disponible; recordando que el inventario de mercancías es un activo de empresas clave para sus actividades comerciales y a la hora de obtener liquidez mediante las ventas. 

 

4. Mercancía disponible

Al igual que los puntos anteriores, conviene mantener información actualizada sobre este indicador, ya que nos permitirá hacernos una idea de qué productos están efectivamente disponibles para ofrecer en mostrador, una vez determinada qué mercancía no es apropiada para la venta, ya sea por daños o fechas de expiración. 

Generalmente, el nivel de mercancía disponible debe ser alto, en proporción inversa a aquella mercancía que no estará disponible para la venta. De hecho, si el nivel de mercancías disponibles es bajo, habrá que revisar las condiciones de almacenamiento y ejecutar los correctivos necesarios para aumentar este nivel.

Se puede medir tras determinar el porcentaje de mercancía no disponible o, si la empresa maneja un porcentaje base de disponibilidad sobre mercancía almacenada (por experiencia), calcularlo mediante esa manera. 

 

5. Mercancía fuera de stock

Al igual que el ítem anterior, llevar un control exhaustivo sobre la mercancía disponible y fuera de stock es muy útil en el momento de calcular los costes de almacenamiento para darle un uso ventajoso a ese espacio.

En síntesis, ambos indicadores ayudarán a gestionar mejor las futuras compras de productos para satisfacer la demanda, eliminando así el porcentaje de pedidos con productos fuera de stock.

 

6. Cobertura de stock

Unido al punto anterior, se requiere para perfeccionar las nuevas compras y conocer el resultado del indicador de duración de stock, o lo que es lo mismo, ¿cuánto durará la mercancía disponible en almacén?

Obviamente, calcular este indicador es fundamental no sólo para diseñar un plan de entregas con los proveedores que incluya plazos razonables entre pedidos, sino para garantizar también las ventas durante todo el período, sin interrupciones plenamente evitables a través de este conocimiento.

¡Queda atento a nuestras próximas publicaciones para conocer el resto de indicadores para la gestión de inventarios!