Este pasado 18 julio celebramos nuestro encuentro de verano de una forma muy especial: visitando a uno de nuestros recientes clientes, las cavas Vallformosa.
Además de disfrutar de un entorno único entre viñedos y barricas, tuvimos la oportunidad de conocer de cerca sus instalaciones, su historia y, sobre todo, la pasión con la que trabajan. Desde el primer momento nos sentimos como en casa, gracias al trato cercano, profesional y entusiasta de todo su equipo.
La visita fue mucho más que un simple recorrido por sus cavas. Fue una experiencia que nos permitió ver desde dentro cómo cuidan cada detalle, cómo combinan tradición e innovación, y cómo logran transmitir su esencia en cada botella.
Nos llevamos una gran lección: lo que realmente marca la diferencia no es solo lo que se hace, sino cómo se hace. Y en Vallformosa, la respuesta es clara: con compromiso, dedicación y mucho cariño.
Esa misma forma de entender el trabajo es la que buscamos en Excelium. Creemos en las relaciones de confianza, en acompañar e impulsar a nuestros clientes con la misma pasión que ellos ponen en lo que hacen. Y tener la oportunidad de compartir una jornada así, más allá de lo profesional, refuerza ese vínculo.
Como no podía ser de otra forma, disfrutamos de una comida y una cata en sus jardines, y entre risas, brindis y grandes conversaciones, recargamos energía para seguir creciendo juntos. Como siempre decimos: la risa es una de las más poderosas herramientas de unión.
Gracias, Vallformosa, por abrirnos las puertas de vuestra masía. ¡Nos llevamos inspiración, buenos momentos… y alguna que otra burbuja!
Y gracias a todos los compañeros “excelium” que nos acompañaron en este encuentro de verano en las cavas Vallformosa. Experiencias así nos unen y nos fortalecen. Y a los que no pudieron venir: os esperamos en el próximo evento!!
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